Qué bueno sería poder comprar felicidad. Ir de shopping y
con total soltura, pedir un envase de compañía por una hora… una caja de
motivos para sonreír por un día… Poder decir: ando buscando un periódico con
sólo noticias agradables, y de ser posible que todas hayan sucedido en
mi ciudad… me podría alcanzar del segundo estante un par de abrazos, pero por
favor que sean XXL porque son los que estoy necesitando… y de ese escaparate me
llevo un par de besos, los más sonoros y sin vergüenza, como los que dan los
niños…. Seguramente, y si no es una molestia, me gustaría obtener cuatro caricias para
mis manos o mis hombros, de esos que dan los padres, hace tiempo que no los tengo
y la abstinencia me está matando.
Que fantástico sería poder comprar risas vibrantes, que
contagian, en la que el cuerpo se mueve y el estómago nos baila. Tener una caja
de sueños bonitos con los que vestirse cada noche. Poder usar una capa invisible de seguridad y un
botón rojo que apretar cuando tengamos miedo.
Pero mis pies siguen caminando hacia el trabajo y mis manos
tienen frío, la cara se me congela por una ola de viento, mientras mis locas
ideas siguen calentitas mencionando aquellas cosas que son mi felicidad.
1 comentario:
Hermoso Ceci 💚
Publicar un comentario