29 octubre, 2019

Comprar Felicidad

Qué bueno sería poder comprar felicidad. Ir de shopping y con total soltura, pedir un envase de compañía por una hora… una caja de motivos para sonreír por un día… Poder decir: ando buscando un periódico con sólo noticias agradables, y de ser posible que todas hayan sucedido en mi ciudad… me podría alcanzar del segundo estante un par de abrazos, pero por favor que sean XXL porque son los que estoy necesitando… y de ese escaparate me llevo un par de besos, los más sonoros y sin vergüenza, como los que dan los niños…. Seguramente, y si no es una molestia, me gustaría obtener cuatro caricias para mis manos o mis hombros, de esos que dan los padres, hace tiempo que no los tengo y la abstinencia me está matando.

Que fantástico sería poder comprar risas vibrantes, que contagian, en la que el cuerpo se mueve y el estómago nos baila. Tener una caja de sueños bonitos con los que vestirse cada noche.  Poder usar una capa invisible de seguridad y un botón rojo que apretar cuando tengamos miedo.

Pero mis pies siguen caminando hacia el trabajo y mis manos tienen frío, la cara se me congela por una ola de viento, mientras mis locas ideas siguen calentitas mencionando aquellas cosas que son mi felicidad.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso Ceci 💚