03 febrero, 2016

Recuerdos

Perdida entre nuestra realidad
y tu olvido,
con la cordura de saber,
con los nombres intactos,
negándote a acostarte
porque sentías que mañana
se terminaba el siempre,
bebiste lentamente tu café,
te acurrucaste para mis besos,
tus manos jugaron entre abalorios
y los observaste
como joyas de princesa.
Luego te dormiste suavemente,
soltaste amarras como un bote,
partiendo hacia altamar
en aguas tranquilas.
Así te dejaste llevar...

Y en esta orilla
aún siento tu perfume y tus caricias.